• Énfasis en el aprendizaje experiencial: Se promueve que los estudiantes aprendan a través de la experimentación, la práctica y la resolución de problemas reales. Esto implica el desarrollo de habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad, la comunicación y el trabajo en equipo.
• Fomento de la autonomía: Se busca que los estudiantes sean capaces de tomar sus propias decisiones, gestionar su tiempo y asumir la responsabilidad de su propio aprendizaje. Esto se logra a través de estrategias como el aprendizaje basado en proyectos, el aprendizaje por pares y el aprendizaje autodirigido.
• Promoción de la colaboración: Se incentiva el trabajo en equipo y la colaboración entre los estudiantes para alcanzar objetivos comunes. Esto se logra a través de actividades como debates, simulaciones, juegos de roles y proyectos grupales.
• Desarrollo de habilidades sociales y emocionales: Las metodologías activas no solo se enfocan en el desarrollo de conocimientos académicos, sino también, en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales como la empatía, la comunicación asertiva, la resolución de conflictos y el manejo de emociones.